CARTA NIEMITZ
Opinión experta sobre la Nueva Medicina Germánica.
Por el Prof. Dr. Hans-Ulrich Niemitz. Instituto avanzado de tecnología, economía y cultura de Leipzig, / estudio general. Campo profesional: historia y ética de la tecnología y las ciencias naturales. 18 de agosto de 2003.
Preguntas pertinentes al estudio
En una carta fechada el 23 de Julio de 2003, el Dr med. Mag. Ryke Geerd Hamer pedía una “respuesta científica” a las siguientes tres preguntas:
1. ¿Es posible o permisible que una medicina (tal como la medicina convencional), basada solamente en hipótesis, que se auto declare “científica” a pesar de jamás haber sido sometida a verificación alguna? 2. Al mismo tiempo, ¿no debería ser permisible solamente sino obligatorio declarar la Nueva Medicina Germánica como “científica” (ya que no está basada en hipótesis alguna) y es “válida” (simplemente como consecuencia de los 30 protocolos de verificación que se han presentado), de acuerdo a los más profundos conocimientos científicos de hoy en día? 3. ¿En el campo de las ciencias naturales, no es la práctica normal el someter una teoría a prueba, y no debería haberse llevado esto a cabo con la Nueva Medicina Germánica?
Introducción
Esencialmente, el Dr. Hamer hace solo dos preguntas a las cuales responderé solamente con referencia al cáncer, aunque la Nueva Medicina Germánica nos provee de una teoría y explicación para todas las enfermedades, psicosis y “criminalidad espontánea”. Las dos preguntas son las siguientes:
(A) ¿Es la medicina convencional científica y correcta? (B) ¿Es la Nueva Medicina Germánica científica y correcta?
Con respecto a (A), la medicina convencional aplica métodos científicos (p. ej. observación y estadística) pero dada la cantidad de hipótesis, o más bien, suposiciones no comprobadas, ni es una ciencia (de hecho, el mero uso del método científico no califica una actividad de científica ni a un individuo como científico), ni tampoco una ciencia natural. No contiene ni siquiera una teoría libre de suposiciones que detalle los sucesos biológicos que se desarrollan en el individuo “enfermo”. La medicina convencional solamente puede citar expectativas estadísticas de sobrevivencia a los pacientes de cáncer, tiende a hacer promesas terapéuticas vacías, practicar terapia heroica que es (“un juego de la lotería”) y proponer terapias experimentales. Al mismo tiempo, la curación espontánea permanece mal entendida.
El 12 de noviembre de 2001, poquito antes de la muerte del beatle George Harrison, el periódico “Sunday Mail” publicaba lo siguiente: “George Harrison ha mejorado visiblemente después de radical terapia de radiación en Nueva York. La nueva y controversial terapia fue definida por el mismo médico como un ‘juego de la lotería’”. Ni
siquiera una persona entre las más ricas y famosas podía encontrar una cura para el cáncer que no fuera una lotería. ¿Cómo se puede explicar esto? Solo por medio del hecho de que la medicina oficial es incapaz de ofrecer terapia que no sea un juego de azar.
Por lo tanto, la medicina oficial no es científica, y no es capaz de comprender el transcurso de las “enfermedades”, y aún menos de comprender la curación espontánea. Por lo tanto, no es una ciencia. No es veraz y, consecuentemente, de acuerdo a la mejor evidencia de que disponemos, debe considerársela equivocada.
Con respecto a la pregunta (B), la Nueva Medicina Germánica tiene una teoría, más bien, un modelo, del proceso canceroso y de la “enfermedad” en general, el cual es científico, libre de hipótesis y por lo tanto demostrable (vale decir, susceptible de ser negado; lo cual se explicará más adelante). La Nueva Medicina Germánica es capaz, en cualquier caso individual (dada, claro está, una anamnesis precisa) de explicar en forma comprobable, libre de hipótesis y de manera científica, el suceso patológico. Como este último es predecible en base a la teoría, se pueden hacer sugerencias terapéuticas basadas en ciencia y adecuadas a cada caso individual. (Las complicaciones que surgen en terapia pueden ser entendidas de antemano e incluirse en el enfoque terapéutico. Es necesario afirmar esto porque muchos periódicos y otros medios de difusión han acusado a Hamer de autodefinirse como curandero milagroso y capaz de garantizar la mejoría. Es necesario comprender que no hay médico en el mundo que pudiera prever, y por lo tanto prevenir los nuevos choques conflictivos que causan el cáncer; sin embargo, uno puede crear una situación, y Hamer lo hace para sus pacientes, en que se evitan los nuevos choques conflictivos.)
Por lo tanto, la Nueva Medicina Germánica es científica y corresponde a los criterios científicos precisos de toda ciencia natural, y por esta razón es el método más seguro para sanar a gente que sufre de cáncer.
Con respecto a la pregunta 1
Science
¿Qué es o debería ser la ciencia? Esto no está bien definido. El lexicon (Brockhaus Enzyklopaedie 2001) afirma: “Ciencia…, la totalidad del conocimiento humano para una época …; una recopilación de hallazgos que atañen a un campo del saber y que se entrelazan en forma fundamental, capaz de ser comunicado inter-subjetivamente y de ser puesto a prueba, y que satisface criterios científicos particulares (p. ej. validez general, posibilidad de sistematizar). La incertidumbre de esta explicación se manifiesta en su circularidad: la ciencia debe seguir métodos científicos. Sin embargo, lo siguiente está claro, que con respecto a un área del conocimiento “científico” implica el requisito de que este conocimiento consista (principalmente y metodológicamente) de aseveraciones (u “oraciones”) comprobables. La ciencia genera aseveraciones comprobables (capaces de ser comprobadas). Una aseveración o sistema de aseveraciones es científico solamente en cuando las afirmaciones son capaces de ser falsificadas o negadas – hablando técnicamente– se pueden someter a prueba para determinar si es que son falsas. Las
ciencias naturales exactas se denominan exactas porque de principio solo hacen aseveraciones que se pueden falsificar experimentalmente en cualquier lugar o tiempo (vale decir, técnicamente: verificar su corrección.). No todas las ciencias naturales son o pueden basarse exclusivamente en lo experimental. La biología, y consecuentemente la medicina deben apoyarse en gran medida de la observación de eventos “naturales”. Cuando las condiciones o circunstancias en que se han hecho estas observaciones son equivalentes a las observaciones actuales, las observaciones actuales pueden utilizarse como si fueran observaciones experimentales.
Como por regla general, la medicina convencional no puede hacer aseveraciones capaces de ser negadas para el caso individual, pues acude a la estadística como refugio. Dado que la estadística es matemática, ella es científica en sí, pero no es una ciencia natural. (Es más, se traiciona la meta más sublime de las artes curativas ya que la ayuda científica requerida para el “caso individual” es negada. Ejemplo: El médico tradicional informa al paciente con respecto de sus expectativas estadísticas de sobrevivencia, sin embargo, esto no representa ayuda alguna para el paciente que desea saber qué puede hacer para curarse.)
Las hipótesis no son aseveraciones comprobadas, ni siquiera comprobables. Cuando uno solo puede hacer una aseveración que (aun o en sí) no es falsificable, uno habla de hipótesis. En la jerga, una hipótesis es realmente una suposición, y fundamentalmente, en la teoría de la ciencia, lo es también, vale decir, una aseveración cuya veracidad no ha sido determinada pero que cumple el papel de presunción, permitiendo así la construcción del aparato teórico y de predicciones (ver Brockhaus Enziklopaedie, 2001). Cuando Isaac Newton presentó su teoría sobre la gravitación se le preguntó que de donde venía la gravedad. Respondió: “no sugeriré hipótesis alguna”. Quería decir que le estaba disponible a cualquiera comprobar los postulados de la ley de gravitación (o en la jerga moderna, tratar de negarlos), pero que era un asunto diferente explicar la gravitación. Ya que esto le había sido imposible (se había visto incapaz de formular afirmaciones negables al respecto) sugirió que les correspondía a las generaciones venideras de científicos – lo cual todavía no han llevado a cabo.
La Nueva Medicina Germánica, la medicina tradicional y las aseveraciones (no) negables
El Dr. Hamer afirma, en concordancia con su comprensión de la teoría de la ciencia, que él no postula hipótesis. Sus afirmaciones se pueden probar con respecto a cualquier individuo en cualquier momento temporal, (y en cada caso individual) para todas las instancias de “cáncer” y de diagnósticos de enfermedades equivalentes al cáncer. Esto quiere decir que la pasibilidad de negar sus aseveraciones existe para cada caso (vale decir, de evaluar la veracidad de la aseveración). Por otro lado, la hipótesis de la medicina convencional, p. ej. que existe un “sistema inmune” no es una afirmación que se pueda negar. Nadie se ha encontrado aún en la situación de observarlo directamente. La hipótesis de que existe un sistema inmune (la presunción de que lo hay) lleva a formular teorías y predicciones que desembocan en “hechos” comprobables, a los cuales se les aduce la calidad de prueba o comprobante. Sin embargo, el que estos “hechos” puedan comprobar
otras aseveraciones (nótese que la ciencia solamente puede negar, pero no establecer la “verdad”) no se considera. La medicina convencional no reconoce que la hipótesis “sistema inmune” es absolutamente innegable, y por tanto no es una afirmación científica. El que los microbios puedan hacerse activos en el cuerpo porque falla el sistema inmune (es así como lo ve la medicina convencional) no le permite predecir el momento de actividad ni de apoyar la afirmación en forma “lógica”. A la vez, “lógicamente” no quiere decir automáticamente, o que sea real; los cuentos de hadas son también lógicos, de otra manera no se los pudiera contar de nuevo; por lo tanto, lo mejor que puede hacer la medicina convencional es respaldarse en afirmaciones estadísticas. Los microbios son activados por una orden cerebral, específicamente del organismo, porque un “programa especial” ha sido encendido (la perspectiva de la Nueva Medicina Germánica, –es una perspectiva que se puede determinar, también el instante preciso de iniciación de actividad lo puede fundamentar: es la segunda fase del “programa especial: la Nueva Medicina Germánica se ha equipado con un modelo psico-biológico del organismo y por lo tanto no precisa de la estadística). Por lo tanto, la Nueva Medicina Germánica postula afirmaciones que potencialmente son negables con respecto a los microbios y el inicio de su actividad. La medicina convencional por otro lado no es capaz de hacer esto. Si lo expresamos en la jerga, tendríamos que decir que la medicina convencional nos provee de un conjunto de afirmaciones seudo-lógicas, indemostrables, semejantes a aquellas de los cuentos de hadas (y por eso no es científica); en tanto que la Nueva Medicina Germánica ofrece una estructura lógica y negable (comprobable) de afirmaciones (y es por lo tanto científica).
El problema de la “ verificación” La primera cuestión especifica indica que la medicina convencional está basada exclusivamente sobre hipótesis y que jamás se han verificado sus hipótesis. ¿Es cierto esto? La verdad es que uno debe reconocer que es aún peor. Hay que reconocer que la medicina tradicional no puede generar aseveraciones que sean comprobables (luego perdiendo su pretensión a ser científica). Al mismo tiempo, la “verificación” – es imposible, lo cual quedará demostrado en lo que tratamos a continuación. Brevemente, la “verificación” significa reconocimiento de un sistema de afirmaciones (y el modelo implícito que representan) como veraz, real o aceptable y justificando la aplicación que de ellos se hace como consecuencia (en medicina esto significaría la aplicación de un enfoque terapéutico). La “verificación” por lo tanto es respectivamente un asunto ético, sociopolítico y finalmente, legal.
Conclusión a la pregunta 1. La medicina convencional no puede tildarse de científica porque no puede generar afirmaciones negables, o bien de antemano se enmaraña en contradicciones irresolubles. La Nueva Medicina Germánica es científica porque está basada en un modelo psico-biológico capaz de generar aseveraciones que pueden negarse. Dado que ninguna de las afirmaciones de la Nueva Medicina Germánica ha sido negada aún, debe uno concluir que la Nueva Medicina Germánica es más científica que la medicina convencional, la cual solamente trabaja en forma estadística (¡i.e. no es capaz de postular aseveraciones
respecto de un caso individual específico!) Debe por lo tanto acentuarse que la medicina convencional no es una ciencia natural, ya sea desde un punto de vista de su contenido o de su metodología.
En cuanto a la pregunta 2: La respuesta es: sí, la Nueva Medicina Germánica es veraz. Es importante hacer nota que – y esto se explicará en respuesta a la pregunta 3 – que esto significa considerarla como veraz “de acuerdo al más avanzado saber del que disponemos de momento” (esta es una cuestión ética). Específicamente las afirmaciones de la Nueva Medicina Germánica están interconectadas en forma fundamental, son comunicables inter-subjetivamente y pueden ser comprobadas en cada caso individual, y i.e. satisface los criterios de las ciencias naturales (p. ej. validez general, puede ser sistematizada, genera predicciones, provee explicaciones que clarifican los hechos para eventos que ya han sucedido, es negable).
Conclusión con respecto a la pregunta 2: Sí, la Nueva Medicina Germánica es cierta.
En cuanto a la pregunta 3: Para el caso de la pregunta 3 uno debe responder con la pregunta: ¿suficiente para qué? ¿Para confirmar veracidad? La respuesta a la pregunta 2 basta para esa finalidad (sí, la Nueva Medicina Germánica es cierta). Ahora, sin embargo, en el sentido potente de lo científico, la verdad es que las verificaciones jamás son suficientes. Por lo tanto, desde el punto de vista puramente de ciencia natural, la pregunta no tiene respuesta, ya que la decisión respecto de que si una teoría ha sido “verificada” nunca puede establecerse con finalidad. Cada teoría tiene el carácter de un modelo; y por tanto no hay teoría que pueda yuxtaponerse a la realidad entera. Si ello fuera posible, la teoría devendría en realidad y cesaría su existencia como modelo. Si una teoría no se prueba falsa durante largo tiempo, y si las teorías contrincantes (en este caso terapias) consistentemente dan resultados peores, es necesario reconocer la nueva teoría. Este es un asunto de sabiduría científica y ética, justicia y honestidad. La nueva teoría debe ser reconocida como esclarecimiento y debe adoptarse en la aplicación a problemas prácticos, lo cual implica que el paciente debe tener libre elección. Para el caso de la Nueva Medicina Germánica esto implica que la medicina convencional tiene que permitirle espacio a la Nueva Medicina Germánica.
Nota: ¿cuáles son los hechos? Ejemplo: metástasis, ¿hecho o hipótesis? Esto es una acotación que muestra la frecuencia con que los “hechos”, se cubren de un aspecto ideológico, específicamente en lo que concierne a su “veracidad”: antes de la adopción del sistema Copernicano, la gente aceptaba como hecho que el sol se ponía todas las tardes. El modelo de la tierra era de un disco que flotaba en medio del mundo, con los cuerpos celestes simultáneamente adheridos a esferas cristalinas que englobaban a la tierra y rotaban alrededor de ella, permitiendo así comprender el sistema que presentaban los sentidos. Hoy en día prácticamente todo el mundo ha trascendido esta idea si no más porque han escuchado otro cuento desde la infancia. Todavía usamos la expresión “puesta de sol”, aunque no corresponde a los hechos. La expresión acarrea el viejo modelo falso, sin embargo, nadie se incomoda porque todos saben lo que en realidad sucede.
El concepto de “metástasis” es tal que, si se acepta la Nueva Medicina Germánica, la palabra desaparecerá. De hecho, metástasis simplemente representa un segundo cáncer, un cáncer sumado al que ya estaba presente. Para la medicina convencional sin embargo la palabra se conecta a la hipótesis de que el primer cáncer de alguna manera – dado algún tipo de contagio dentro del cuerpo – causa el segundo. La Nueva Medicina Germánica no desmiente el “segundo cáncer” sin embargo afirma que no hay metástasis. Afirma que cada cáncer resulta de su propio conflicto. Trágicamente estos son principalmente conflictos que pueden ser explicados por el diagnóstico del cáncer (los animales raras veces exhiben metástasis).
La presunción de que el cáncer de alguna manera se extiende en el cuerpo debido a algún tipo de contagio interno es una hipótesis, vale decir suposición (sin embargo, en la medicina convencional tiene el valor de un hecho). Si existiese este contagio interno corporal, toda transfusión de sangre debería ser prohibida dado el peligro de infección con cáncer. Hasta el día de hoy, no existe una “prueba de sangre para detectar cáncer”, y no existe información con respecto a la inyección de marcadores tumorales a donadores potenciales de sangre para determinar la presencia de cáncer. Esto en sí demuestra que la misma medicina convencional no considera la hipótesis de “metástasis” (para ella un hecho) en forma seria; de hecho, cada transfusión la contradice, así también contradiciéndose a sí misma (¡en última instancia negando su propia hipótesis!). Un médico convencional lo justificaría diciendo correctamente que el contagio con cáncer de un cuerpo a otro jamás ha sido observado.
La Nueva Medicina Germánica por otro lado arguye que cada cáncer implica un choque conflictivo particular. Cada segunda instancia de cáncer es un segundo choque conflictivo. Si no fuera este el caso, aquellos que se oponen a la Nueva Medicina Germánica podrían contradecir esto (demostrar la falsedad de la aseveración).
Conclusión con respecto a la pregunta 3 La medicina tradicional presupone que sus hipótesis son “hechos”. Es posible demostrar, sin embargo, que el “sistema fáctico” en la medicina convencional es contradictorio, que se construye sobre todo de manera que ni siquiera es potencialmente negable (y por ende no es científico). El sistema de la Nueva Medicina Germánica por otro lado es consistente y potencialmente negable. Por ello es contrario a la ciencia, la ética y finalmente dañino no darle cabida a la Nueva Medicina Germánica. También, simultáneamente, la medicina convencional se aferra al poder político y goza por ende de los privilegios y protección “ajenos a la ciencia” que se conceden a un gremio de servicio. Es el privilegio gremial el que les permite a los representantes de la medicina convencional el decidir disputas científicas en forma impune fuera del marco científico, respaldándose en estructuras políticas y de poder. La medicina convencional puede resguardar esta situación prácticamente “imposible” porque aquellos que no son médicos (ya sea políticos o pacientes) no quieren ni pueden acogerse a la libertad de elección terapéutica que les concede la constitución, porque temen morir o perder la salud si se atreven a abdicar de la terapia a que los empuja la sociedad entera. Y el miedo es un pobre consejero. Para los niños y aquellos que dependen de otros, en los casos en que hay
urgencia terapéutica, la contradicción entre la visión “científica” y aquella “gremial” hoy en día se resuelve favoreciendo la gremial, por lo tanto, presionando hacia el uso de terapia contraria a la ciencia. Aquellos padres o apoderados que se niegan a aceptar esta selección terapéutica para aquellos de quienes son responsables, motivados por la ciencia, son acusados de criminales. Esta es una “situación imposible” desde un punto de vista ético, i.e. inmoral, y además, inconstitucional en este caso.
Conclusión con respecto del comentario: La presunción de la medicina convencional, proveniente de su status “ gremial ” –por lo tanto contrario a la ciencia—de ser el árbitro exclusivo para decidir sobre terapia, y además ya logrado en el caso de terapia infantil es inconstitucional.
En resumen De acuerdo a los criterios de las ciencias naturales, la Nueva Medicina Germánica, dado el conocimiento científico de hoy en día, y el mejor saber de que disponemos, debe ser declarada correcta. Por otro lado, la medicina convencional es una mezcla amorfa de hechos malentendidos o presumidos que ni tan siquiera son negables, y por lo tanto están más allá de la posibilidad de poderse verificar. Dados los criterios que requieren las ciencias naturales, dado que es nada más que una confusa colección de hipótesis y además no científicas, la medicina convencional debería calificarse de falsa.
Leipzig, El 18 de Agosto de 2003 Prof. Dr. Hans Ulrich Niemitz.
Hans-Ulrich Niemitz (Berlín, 22 de noviembre 1946 - † 02 de noviembre 2010) fue un ingeniero y ex director del Centro de Historia de la Tecnología y el Museo del Auto de la Universidad de Tecnología, Economía y Cultura de Leipzig.
Niemitz estudió aeronáutica e ingeniería mecánica y en aquella época fue también asistente de investigación de matemáticas prácticas en la Universidad Técnica de Berlín. Él estudió la historia como un estudio secundario, así como la ética de la ciencia y la ingeniería, y recibió su doctorado en 1992. De 1995 a 2009 fue profesor en la Universidad de Tecnología, Economía y Cultura de Leipzig (FH) y estaba en la universidad responsable de los estudios generales.
Sus áreas de interés docente y de investigación eran la historia y la ética de la ciencia y la tecnología, cambios en las relaciones entre tecnología, cultura y sociedad, la evaluación de tecnologías, el cambio de modelo para el desarrollo de la tecnología, y la cronología.
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