Para poder explicarlo es importante entender qué se quiere decir con VIBRACIONAL. No voy a profundizar en el tema, pues hay mucha información en Internet, pero daré una idea al respecto. En el Universo todo vibra. Hasta la más ínfima partícula tiene una frecuencia vibratoria. La frecuencia se refiere a los ciclos por segundos que caracterizan la vibración de un objeto o ser vivo. Pongamos el ejemplo con las notas musicales. Cuando pulsamos la nota La en el teclado de un piano, el martillo correspondiente golpea sobre la cuerda haciéndola vibrar 440 veces por segundo, repitiendo lo mismo cada segundo, caracterizando el sonido de la nota La que escuchamos habitualmente. Los seres humanos contamos con determinada frecuencia vibratoria dentro de ciertos parámetros que nos caracteriza según las experiencias vividas. Esos parámetros nos posibilitan contar con un cono de percepción que nos permite ser más o menos conscientes de las situaciones vividas. Por lo general, esas frecuencias vibratorias, al recibir estímulos más o menos extremos del entorno, hace que nuestro cono de percepción nos permita interpretar dichos estímulos, generando pensamientos que inciden en nuestro estado emocional pudiendo alterar en consecuencia nuestro estado de equilibrio, haciéndonos perder sin estar conscientes, nuestro centro. Estar centrados es fundamental para neutralizar el estrés o evitar o superar estados de ansiedad, depresión o cualquier otro tipo de alteración. Conocer el estado vibracional de la persona afectada, permite a su vez conocer el estado de consciencia en que se encuentra. Me refiero a si es consciente o no de lo que le sucede. Partiendo de este punto y aplicando las herramientas de la Terapia Vibracional para la Gestión Emocional, conseguimos aumentar la frecuencia vibratoria del consultante procurando que alcance un estado de consciencia alterada, para primero aceptar su condición y desde allí experimentar un crecimiento personal que lo devuelva a su centro y al estado de equilibrio. El concepto de consciencia alterada quiere decir, un estado de consciencia ampliada que permita a su vez ampliar el cono de percepción y conocimiento de sí mismo, fortaleciendo así la autoestima. Es con esta dinámica que se consigue gestionar las emociones de tal manera que no signifiquen un estado de frustración y de permanente desánimo. Con esta terapia se llega al entendimiento de que la superación de los estados adversos depende de que se comprenda que la fuerza para lograrlo la llevamos dentro, solo debemos descubrirla.
Esto es una base de conocimiento, si se quiere profundizar en el tema es importante que contactes al:
Angel Fantauzzi
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