¿DÓNDE ESTÁ LA REALIDAD?
Este es el título de mi primer libro, que publiqué en Febrero de 2018. En él hago alusión a los distintos tipos de realidades que nos toca vivir. Algunas por el desarrollo natural de la vida social; y otras que por distintas circunstancias estamos obligados a vivir. En ocasiones por cómo se van dando los acontecimientos, obedeciendo a causas que nosotros mismos originamos y otras porque nos las imponen los poderes de gobiernos. En ese Libro planteaba, como dije, distintos tipos de realidades y además las herramientas que se utilizaban y se utilizan para poner en práctica activa dichas realidades. El propósito del libro es demostrar que son tantas las situaciones diversas, que el lector llega a una posición de incertidumbre para definir cuál es la verdadera realidad, valga la redundancia, porque verdad y realidad es casi lo mismo. Hoy, lo que estamos viviendo es un vivo ejemplo que verifica lo redactado en el referido libro. Otra de las cosas que caracterizaban a las realidades impuestas (según mis observaciones descritas en esas páginas), es que en todas ellas hay un común denominador, metafóricamente hablando; y es que contienen verdades ocultas. Para que se entienda, una verdad oculta es una verdad enmascarada por otra que parece verdad pero es hipocresía. Esto lo digo muchas veces, porque se aprecia comúnmente en las estrategias utilizadas por quienes tienen responsabilidades de mando, para concretar sus planes. Y en esta oportunidad, el común denominador no brilla por su ausencia, está muy presente; lo que es más grave, porque las realidades se extienden a nivel mundial, como si todo obedeciera a una alianza global, que involucra a la mayoría de los gobiernos.
La mentira tiene siempre premeditación y alevosía, porque cuando hay que decir una mentira, y en este caso, no una, sino varias, es necesario planificarlas muy bien y más cuando se tienen objetivos que no hay interés que se descubran. Pero como dice el refrán: “La mentira tiene patas cortas”. Sobre este tema, recuerdo, di una charla que trataba sobre “Los misterios de la Verdad” e incluía por contraposición las definiciones sobre la Mentira.
Pandemia, una palabra de moda, que esconde muchas verdades que no se quieren exponer. Pandemia, un término que llega a la sensibilidad de las personas y provoca lo que se quiere provocar, “MIEDO”. Virus, que es el caballito de batalla (o el caballo de Troya) utilizado como excusa para justificar la Pandemia. Objetivos, son las causas origen de esta Pandemia, que forman parte del más severo ocultismo mantenido por una o varias Élites de Poder; por lo que podemos cambiar y de hecho se hace, el término Pandemia por “PLANDEMIA”.
Vamos a analizar determinados conceptos. “Mascarilla “o “Bozal”. ¿Cuál de los dos términos refleja mejor la verdad oculta? Ya he hablado bastante sobre la mascarilla. Solo voy a decir, que es un tanto difícil poder deducir el verdadero sentido de esta normativa que obliga su uso masivamente. Podemos sacar en conclusión que es una propuesta de dominación con rasgos de esclavización social, probando y demostrando la intención de quienes imponen su uso. En otro orden facilita la acción la gran ignorancia existente en las mentes humanas que solo acatan con sumisión. Creo que el término más adecuado es “Bozal”, que es lo que se utilizaba en otras épocas para dominar a los esclavos y dificultar la comunicación. No tiene sentido el uso de un artículo que obliga a una respiración forzada y además de muy poca utilidad, porque no protege todo lo que tendría que proteger. Hay que tener en cuenta, que jamás recibimos orientación sobre el uso de este tipo de elemento y que lo importante para las autoridades era y es que se cumpla con lo que ordenan sin tener en cuenta la calidad de dicho elemento, bastando sólo que se usara un trozo cualquiera de tela sobre la cara cubriendo boca y nariz. Lo que está claro es que no es claro el verdadero propósito de esta medida. Además hay que tener en cuenta que se está exponiendo a la población que sufra neumonías bacterianas por el prolongado uso de las mismas.
Enlace que amplía la información del último dato_
“Tests PCR” totalmente inespecíficos y manipulables. ¿Qué se esconde detrás de los mismos? ¿Por qué se usan y no se han molestado en buscar otras alternativas? Es que vienen como anillo al dedo. Utilizando estos tests, que dan falsos positivos por ser inapropiados para diagnosticar y que depende del número de ciclos para obtener resultados han permitido el manejo de los datos estadísticos a favor de justificar la Pandemia, es una clara estrategia al servicio de los desconocidos intereses latentes en esta persistencia incomprensible de datos sin autenticación de pruebas científicas. Además los medios de difusión, muy bien manejados y comprometidos al servicio del poder, saben cómo agitar el tema basando subliminalmente la difusión en la política del miedo. Hasta el momento la situación no ha variado para bien, seguimos en crisis sanitaria. Cuando parece vislumbrarse una mejora, surge una cepa nueva o independiente sin justificar motivos, aumentan los contagios y los fallecimientos que vaya a saber si son a causa del Covid 19. Entonces la pregunta: ¿Las medidas instrumentadas han servido para algo?
“Confinamiento” y “Toque de queda”. Otras herramientas, parte de la estrategia utilizada para el control de la presunta Pandemia. Pero; ¿Qué se pretende con ello? En realidad es controlar la Pandemia o controlar a la sociedad. Al comienzo, el confinamiento masivo domiciliario que ordenaron cumplir y los posteriores toques de queda, tenían un propósito, pero dudosamente fuera el que nos trasmitían. Llama la atención, la forma en que se aplicaron estas medidas bajo presión sancionatoria por incumplimiento. ¿Qué se consigue con ello y la forma cómo se aplicó? primeramente, mantener el control de la población obligando a un obediencia antinatural. Evitar el contacto interpersonal y con ello minimizar los posibles brotes de protestas y las manifestaciones en contra de las injusticias o excesos de poder. Pero lo más importante, impedir el desarrollo de un sistema inmune colectivo con el cual podría peligrar el plan estratégico oficial cuyo propósito fundamental es generar ganancias millonarias con la producción y comercialización de vacunas y por añadidura mantener un control y hegemonía de respuesta artificial, porque de nadie que va a estar presionado y reprimido disciplinariamente se puede conseguir un comportamiento natural y concienciado. Solo va a responder con una actitud de conveniencia y para evitar ser sancionado.
“Vacunas”. Otra realidad que pretenden obligarnos a vivir. En todo el mundo está presente la sicosis por la vacunación. ¿Y qué hay atrás de todo esto? ¿Por qué la insistencia en una vacunación masiva? ¿Qué es lo que estamos combatiendo? Las empresas farmacéuticas han desarrollado distintos tipos de presuntas vacunas, formalmente patentadas, como protección contra un presunto virus denominado últimamente Covid 19, con la intención de obtener suculentas ganancias, sin descartar algún propósito escondido. ¿Pero qué tenemos? Una oferta de vacunas, que constituyen un experimento en proceso; que no han sido aprobadas por las Agencias Reguladoras de Medicamentos, sino autorizadas por emergencia; aún no han cumplido con todas las etapas obligatorias para ser aprobadas; catalogadas por algunos expertos como que cumplen con los requisitos de armas biológicas o químicas y si eso es así que se puede esperar.
Se estima que para que una vacuna normal y con fines de salvaguardar la salud y esté debidamente en condiciones de ser aplicada en humanos, necesita de 10 a 15 años de investigación. Podría reducirse dicho plazo pero debemos tener en cuenta, que los ensayos involucran a decenas de miles de personas para lograr la seguridad necesaria; sin contar los ensayos primarios con animales y el tiempo utilizado para el estudio de las reacciones adversas. Y esto implica mucho tiempo. Tan solo esperar los plazos necesarios después de aplicar las dosis experimentales y hacer las evaluaciones de miles de personas voluntarias registrando datos uno por uno, haciendo las comparativas, es un trabajo muy tedioso que aunque no se quiera se necesitan años para concretarlo. Tan solo el hecho de verificar la efectividad es complejo.
En el siguiente enlace se amplía esta información:
En otro orden, me gustaría saber, cuantas personas conocen cómo funciona el ARN mensajero y especialmente el de las vacunas Covid 19. También si conocen los riesgos que se corren con este tipo de vacunas, cuáles son los posibles efectos adversos y que nivel de perjuicios pueden generar. Si saben que las consecuencias se pueden comenzar a sufrir a los dos o tres años después de haber sido inoculado. Que la información que nos brindan no es completa, siempre se deja algo sin decir.
Enlace que explica la función del ARNm:
https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/vaccines/different-vaccines/mrna.html
En la situación actual nos están diciendo, que las vacunas tienen una efectividad de acción o protección entre el 95 % y el 97 %; algo que es erróneo; porque estos valores se refieren a la reducción del riesgo relativo y no a la reducción del riesgo absoluto que es el que se debe tomar en cuenta para el cien por ciento de seguridad. Estos valores se calculan mediante las siguientes fórmulas:
REDUCCIÓN DEL RIESGO RELATIVO
REDUCCIÓN DEL RIESGO ABSOLUTO
Se nos dice que la efectividad de la vacuna es del 96 % o sea cada 100 personas vacunadas 96 es seguro que quedan protegidas; cuando en realidad el nivel de efectividad es menos del 1 % (0,74 %). Estos datos corresponden a los ensayos de uno de los laboratorios.
Fuente: Dra. Karina Acevedo
Resumiendo, nos encontramos con una gran realidad general complementada con otras realidades puntuales, todas ellas vividas por imposición, en su mayoría. Pero con lo que no nos encontramos es, con la claridad necesaria para poder captar los verdaderos propósitos que persiguen quienes están detrás de las imposiciones oficiales. Hay muchos errores que las propias medidas instrumentadas generan, a tal punto que llegan a estar, de cierta manera en contradicción, o al menos parece, en lo que expresan: la Constitución; los Convenios Internacionales; Declaraciones Universales y Leyes Nacionales, en este orden de jerarquía. A pesar de ello las autoridades siguen en sus treces, inmutables aunque se sabe que muchas de las acciones serían improcedentes en relación a las leyes mencionadas. Se sostiene una estrategia que da la impresión de obedecer a una alianza mundial, con el aparente dominio de los servicios cómplices de los medios de difusión. La ignorancia involuntaria que caracteriza a la población en general, por no recibir una información comprensible y sincera, deja en evidencia en apariencia, la manipulación de las noticias para comunicar lo que se quiere comunicar y ocultar lo que se quiere ocultar. A las fuerzas de poder les interesa mantenerse al mando, aparentando muchas dudas en relación a los cometidos que deberían caracterizar las actitudes de los mandatarios; porque parecería que en lugar de estar dispuestos a la defensa de las necesidades del pueblo, que les ha permitido con sus votos acceder a los puestos de mando que hoy ocupan; les interesa más mantener el éxito de sus propios intereses, al menos presuntamente. Es que no se ve un diálogo comprensivo y sincero, con intención de orientar más que de imponer. Los que están al frente como mandatarios de los estados, parecen actuar como sicarios de una fuerza oculta más poderosa que ellos mismos. Esta puede ser la interpretación de muchos. Es lo que se da a entender.
Por último una reflexión interrogante: ¿Se puede confiar en quienes convierten la salud en un negocio en lugar del objetivo más importante a conseguir? En todo el tiempo de esta presunta pandemia, casi nunca se escuchó hablar a los orientadores oficiales plantear alternativas para fortalecer el sistema inmune. Fue el gran ignorado y eso que hay muchos productos que se pueden utilizar para su fortalecimiento. Pero si la estrategia apunta a ello, toda la otra historia se desmorona, porque un sistema inmune fuerte, puede con el virus y lo atenúa, y cuando el virus atenuado se enfrenta a otro medio con un sistema inmune fuerte, se repite la acción y su calidad se minimiza aún más; y así sucesivamente se va formando un sistema inmune colectivo. Pero para ello se necesitan otras estrategias. Además si agregamos, que en este caso del presunto coronavirus, sin ninguna duda se puede tratar sin la necesidad de las vacunas, porque hay opciones para neutralizarlo por otros medios ya comprobados. Se demuestra así, que hay intereses no muy claros que se perciben latentes en los medios oficiales. Hasta el momento lo que se viene generando primordialmente, es un incremento de estrés colectivo que afecta a cada individuo y con ello se ve disminuido es sistema inmunitario de cada uno. El miedo provoca estrés y el estrés afecta las defensas de todo organismo favoreciendo el deterioro de la calidad de vida. Es importante centrarse para superar la crisis con valentía y confiando en el poder innato que todos llevamos en nuestro interior desde el origen mismo de nuestras vidas.
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